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Jornadas Maternidad y Paternidad: Iguales en Derechos y Responsabilidades

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Del 14 de febrero al
4 de abril de 2025

Jornadas Maternidad y Paternidad: Iguales en Derechos y Responsabilidades

Las Jornadas Maternidad y Paternidad. Iguales en derechos y responsabilidades, en su 12da. edición, se desarrollarán desde el 14 de febrero hasta el 4 de abril de 2025, bajo el lema Convivencia familiar en equidad. Crecer en familia. Estas constituyen una iniciativa que, desde el año 2014, desarrolla el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), con el propósito de potenciar el ejercicio pleno de los derechos de todas las personas en la multiplicidad de escenarios familiares dentro del contexto actual de la transición socialista en Cuba. Para ello se habilitan espacios de reflexión que se dirigen no sólo a padres, madres y figuras que asumen las funciones de guarda y cuidado de niños, niñas y adolescentes, sino también a diferentes instituciones de la sociedad, con énfasis en las familias y la escuela, ya que ayudar a crecer con autonomía, compete a la comunidad toda.

Los esfuerzos del Estado revolucionario cubano por reconocer y garantizar el disfrute pleno de todos los derechos para todas las personas, ha permitido identificar las brechas de equidad social que persisten, como resultado de la herencia patriarcal, colonial y neocolonial, que naturalizan estereotipos y roles de género, junto a pautas de crianza no saludables que se reproducen en el ámbito familiar. En correspondencia con los valores de una sociedad socialista que se propone conquistar toda la justicia, mediante políticas sociales de igualdad y equidad social, partimos de reconocer a las familias como espacio primordial para la construcción de las subjetividades, lo cual requiere la atención y asesoría de otras instituciones sociales.

En consecuencia con estas premisas, Cuba ha firmado y ratificado varios instrumentos internacionales tales como la Convención Internacional sobre Derechos Humanos, la Convención de los Derechos del Niño, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW) y la Convención de los derechos de las personas con discapacidad. El país se encuentra inmerso en un proceso de actualización del ordenamiento jurídico nacional a fin de perfeccionar los mecanismos de participación activa de niños, niñas, adolescentes, personas adultas mayores, personas en situación de discapacidad y poblaciones históricamente invisibilizadas en la vida familiar. Del mismo modo, es un propósito fundamental mejorar la protección contra la violencia, la discriminación, el abandono y la negligencia, así como garantizar el reconocimiento de los derechos de la pluralidad de familias, de sus roles y responsabilidades.

Se han proclamado además varias normas vitales en este sentido como la Constitución de la República en 2019 y El Código de las Familias de 2022, ambas acordes con las necesidades actuales de la sociedad cubana. El contexto cubano está signado por un panorama familiar complejo, plural y diverso en el que coexisten modelos familiares tradicionales con otras formas emergentes de organización familiar que resignifican los roles y dinámicas de poder, junto a normas, pautas de crianza, valores y estrategias de su funcionamiento interno.

La pujanza de nuevos modelos familiares enfrenta no pocos obstáculos, en un escenario hegemónico mundial pautado por la incertidumbre, la jerarquización del interés económico, el retorno a tendencias conservadoras, la influencia negativa de las nuevas tecnologías, los procesos de atomización del individuo y la fragmentación de los vínculos, entre otras problemáticas, que generan vulnerabilidades y dependencias. Este escenario se agrava con las nuevas expresiones de dominación que toman como blanco la propia construcción subjetiva e identitaria de las personas, distorsionan el desarrollo de la autonomía progresiva e inhiben su participación como ciudadanía activa.

Los estudios cualitativos derivados de las once Jornadas anteriores y de otras instituciones académicas en Cuba, ratifican que algunos elementos de la crianza y del funcionamiento familiar responden a los modelos hegemónicos instituidos no saludables. También identificamos, además de los elementos antes mencionados, la falta de herramientas del grupo familiar para potenciar, como pilar del aprendizaje, la construcción de una sexualidad e identidad que les permita a sus miembros sentirse seguros/as y libres, desarrollar su autoestima, tomar decisiones responsables y autónomas en función de su bienestar, vivir sin miedos, sin violencia ni discriminación, adaptarse a los cambios y convivir respetuosamente.

Por ese motivo, en esta duodécima Jornada Maternidad y Paternidad. Iguales en derechos y responsabilidades, se prestará especial atención a la pluralidad y diversidad de las familias cubanas, interpelando los patrones, roles y dinámicas que responden a lógicas binarias patriarcales y de explotación, discriminatorias y excluyentes. Estas condicionantes limitan el ejercicio efectivo del derecho de todas las personas a formar una familia, a convivir en un entorno seguro, saludable y potenciador, y también obstaculizan la función socializadora de contención y crecimiento de las familias, para el desarrollo de la autonomía en la totalidad de sus integrantes, expresando la necesidad de continuar avanzando en la implementación del Código de las Familias.

Todos los argumentos esgrimidos anteriormente apuntan a la necesidad de realizar actividades educativas y comunicacionales que respondan a los siguientes objetivos.

Objetivos Específicos

  • Estimular la utilización del Código de las Familias, como herramienta de protección de derechos para la convivencia familiar saludable.
  • Facilitar espacios de reflexión con diferentes actores de la sociedad, sobre problemáticas actuales que obstaculizan el desarrollo de un ámbito familiar saludable.
  • Socializar los resultados de las Jornadas Maternidad y Paternidad. Iguales en derechos y responsabilidades en los medios de comunicación y las redes sociales.
  • Reconocer públicamente buenas prácticas de convivencia familiar con equidad, responsabilidades y derechos.
Línea de mensajes y sus principios orientadores que sustentan las diferentes acciones de las Jornadas:

“El Código de las Familias, una herramienta de protección de todas las personas”. La familiarización con el Código de las Familias es importante porque facilita el respaldo operativo de los derechos de todas las personas. Esta Ley reconoce a las familias cubanas en su pluralidad y diversidad, sosteniendo sus necesidades y derechos en base a principios de respeto, equidad, no discriminación, corresponsabilidad y solidaridad.

“Convivencia con equidad para familias saludables”. Una convivencia familiar saludable conlleva cuestionar los patrones, roles y dinámicas que responden a lógicas binarias patriarcales y de explotación, que tienen su expresión en la cotidianidad. Para garantizar la función socializadora de las familias en el desarrollo de la autonomía de todos sus integrantes, se requieren cambios paulatinos en el transcurso hacia una sociedad más inclusiva, equitativa, solidaria.

“Educar en autonomía ayuda a crecer”. El desarrollo humano va del mayor grado de dependencia a la adquisición progresiva de autonomía. Para ello es necesario que los adultos primordiales en la crianza habiliten paulatinamente a niños, niñas y adolescentes, garantizando los desprendimientos necesarios y poniendo límites saludables. Cotidianamente se naturaliza la sobreprotección, la dificultad con las normas y límites y el desgaste en la crianza. Por ello, es importante tener criterios para esta delicada tarea de ayudar a crecer.

“Maternidad y paternidad: repensar el género, los cuidados y la corresponsabilidad”. Los mandatos de género hegemónicos implican la división sexual del trabajo, donde la distribución de poderes y responsabilidades es asimétrica para mujeres y hombres dentro de la lógica binaria y patriarcal. El trabajo de cuidados invisible de las mujeres se sostiene con sacrificio, abnegación, dependencia y sobreprotección, dejando una sobrecarga de responsabilidades sobre las mismas. El rol de proveedor asignado a los hombres, desdibuja y distorsiona la paternidad y excluye a los mismos de otras múltiples responsabilidades dentro de la dinámica familiar. Esto sin duda afecta la crianza y los cuidados de la vida. La corresponsabilidad y los cuidados de la vida son un derecho y una necesidad. La resignificación de los mandatos hegemónicos naturalizados de maternidad y paternidad es una urgencia, para contribuir al desarrollo y bienestar de las familias.

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